Las psicosis, ¿son deficitarias?
Las psicosis no tienen carácter deficitario ni su causalidad es orgánica. Que haya alteraciones fisiológicas no implica que la causa del malestar sea ese desorden. Ejemplo de esta relación entre la causa y la alteración fisiológica en otro ámbito es el enrojecimiento que se produce en algunas personas cuando sienten vergüenza: la causa de la vergüenza no es el enrojecimiento, aunque activado incida en ella. La causa está vinculada al suponer que el semejante sabe o ve algo que no quisiéramos que fuera evidente para alguien, por ejemplo. ¿Es patológico el enrojecimiento asociado a la vergüenza? Janet (1903) así lo propuso, la eritrofobia, incluida en el grupo de las fobias sociales, dando lugar a la medicalización del tratamiento, respuesta que no incide en la causa ni la resuelve, porque la causa no es médica. No vamos a resolver la causa de la incomodidad o el sufrimiento que causa el rubor incidiendo químicamente en el sistema nervioso simpático, por ejemplo; la regulación química paliará la emoción asociada a la expresión de la emoción que la causa, pero no tocará la causa de la emoción.
Una reflexión de Lacan tomada de su tesis doctoral (1934): “La psicosis, tomada en el sentido más general, adquiere por contraste todo su alcance, que consiste en escapar de este paralelismo y en revelar que, en ausencia de todo déficit detectable por las pruebas de capacidades (de memoria, de motricidad, de percepción, de orientación y de discurso), y en ausencia de toda lesión orgánica solamente probable, existen trastornos mentales que, relacionados, según las doctrinas, con la “afectividad”, con el “juicio”, con la “conducta”, son todos ellos trastornos específicos de la síntesis psíquica. Por eso, sin una concepción suficiente del funcionamiento de esta síntesis, la psicosis seguirá siendo siempre un enigma: el enigma expresado sucesivamente por las palabras locura, vesania, paranoia, delirio parcial, discordancia, esquizofrenia. A esa síntesis la llamamos personalidad, y tratamos de definir objetivamente los fenómenos que le son propios, fundándonos en su sentido humano”. Lacan, J. La psicosis paranoica en sus relaciones con la personalidad, S. XXI, México, 2000, p. 15.